
La tormenta descargaba la lluvia con fuerza sobre viñas, arboles y demás, como si de un regalo del cielo se tratara. Todo el mundo tiene las estrellas sobre su cabeza pero las ignora. Este tipo de cosas las piensa uno cuando vive en el campo, que es algo así como vivir mas cerca de uno mismo, para bien o para mal.
El caso es que volvió la luz a primera hora de la mañana, casi al tiempo que se hacia de día. Todo tenia una claridad extrema después de aquella noche . Pensé yo que quizás sea necesario pasar por oscuridades en la vida para adquirir un poco de claridad. El caso es que la vendimia de este año sera mejor. Así que mis incomodidades sin luz eléctrica eran en cambio alegrías para el agricultor.
3 comentarios:
Ya se sabe que los apagones son muy buenos para delinquir o para... procrear. Estamos en temporada. Aprovechemos (no para delinquir, claro).
Bello texto. Saludos.
A mi los apagones me hacen sentir que la aventura está por empezar.
Besos.
yo amo que se apague la luz!
así ... de sopetón.
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