13 agosto, 2007

APAGON EN LA ESTACION

La noche del apagón, la estación parecía el mejor escenario para el asesinato perfecto. Solo el urular del viento y algún coche lejano que cruzaba la carretera se oían desde allí. Con los primeros relámpagos el tendido eléctrico cedió a la sobrecarga y la oscuridad de repente lo invadió todo. La mezcla de silencio total se unió al paso ocasional de trenes de mercancías mientras yo intentaba reestablecer la conexion en el transformador casi sin poder apenas ver nada.

La tormenta descargaba la lluvia con fuerza sobre viñas, arboles y demás, como si de un regalo del cielo se tratara. Todo el mundo tiene las estrellas sobre su cabeza pero las ignora. Este tipo de cosas las piensa uno cuando vive en el campo, que es algo así como vivir mas cerca de uno mismo, para bien o para mal.

El caso es que volvió la luz a primera hora de la mañana, casi al tiempo que se hacia de día. Todo tenia una claridad extrema después de aquella noche . Pensé yo que quizás sea necesario pasar por oscuridades en la vida para adquirir un poco de claridad. El caso es que la vendimia de este año sera mejor. Así que mis incomodidades sin luz eléctrica eran en cambio alegrías para el agricultor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya se sabe que los apagones son muy buenos para delinquir o para... procrear. Estamos en temporada. Aprovechemos (no para delinquir, claro).
Bello texto. Saludos.

Lucía dijo...

A mi los apagones me hacen sentir que la aventura está por empezar.
Besos.

Loredana Braghetto dijo...

yo amo que se apague la luz!

así ... de sopetón.