31 enero, 2009

TODO ES CIRCULAR

Llegó a Londres vía Dublin donde había pasado una temporada entre el 99 y el 2000 aproximadamente. Salió de la boca del metro en la estación de Brixton y la primera impresión que tuvo de la ciudad fue lo mas parecido a una jungla llena de peligros. En pleno invierno había un tipo sin camisa con una serpiente enrollada al cuello asustando turistas desorientados, crakeros intentando colocar su material a toda costa... etc

Después de aterrizar en casa de un amigo escoces decidió bajar al centro para empezar a buscar trabajo, ignorando absolutamente el tamaño monstruoso de la urbe. Pensaba que estaba en una especie de Albacete multiplicado por dos, pero el caso era que estaba en un Madrid multiplicado por cuatro.

De aquel primer paseo (evidentemente se perdió) siempre recordaba una tienda de discos donde había ido a parar, pero propio de lo desorientado del momento, en los tres años en que allí vivió nunca pudo adivinar donde estaba.

Llegó el día en que obligado por las circunstancias tuvo que abandonar la que había sido su ciudad-mundo todo ese tiempo, recordaba el momento de su ultima tarde saliendo de la escuela, pensando en los momentos duros que le esperaban al volver a casa con la familia.

Le pareció más apropiado atajar por una calle poco concurrida hasta llegar a la parada de metro de Old Street, se despedía de un periodo duro, pero sin duda provechoso, (hay viajes que cambian para siempre los fundamentos del carácter). En aquel preciso instante apareció ante el el escaparate con los viejos vinilos, símbolo de que el circulo se cerraba, principio y final de una etapa.

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