El paisaje que desde nuestra casa divisabamos no era muy maravilloso que digamos. Apenas un par de metros mas allá, teníamos unos vecinos cuyo mundo solo tenia cuatro esquinas, los presos de la cárcel modelo.
Recuerdo una chabola justo al lado del muro, estaba en uno de esos solares que después barrio la especulación. Allí vivía una mujer gitana con sus dos hijos, mi abuela la saludaba cada vez que nos cruzábamos con ella, llevaba el sufrimiento marcado en su cara.
Los niños se preguntan cosas, inevitablemente, quería saber acerca de aquel edificio, la gente que lo habitaba....etc Recuerdo como los familiares intentaban hablar con los presos desde la calle, también oía gritos y a veces podías escuchar gente llorar, a gritos también.
En fin, los años pasaron, la chabola desapareció, todos crecimos. La mujer encontro un piso, ahora iba siempre acompañada de un hombre, gitano tambien. Emilio, asi se llamaba su hijo siempre se acercaba a saludarme y preguntar por mi familia, yo no sabia muy bien a santo de que, si apenas nos conociamos.
Los años volvieron a pasar, no volvi a pensar en ellos, no volvi a vivir en ese barrio, jamas relacione hechos hasta hace unos dias.
Resulta que el marido estuvo preso en la carcel muchos años, ella habia construido la chabola junto al muro de la carcel para estar lo mas cerca posible de el. Tambien entendi el hecho de que conociera a mi abuela, parece ser que antes de que yo naciera mi familia habian tenido una carniceria y esta mujer y sus hijos comieron mas de una vez gracias a mi abuela, lo cual explica que Emilio me estuviera tan agradecido, a veces deberia ser mas observador, es cierto.
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